Esta obra única forma parte de una serie sin numerar de relieves de cerámica vidriada. Se inspira en los azulejos de Viola en cuanto a formato y aplicación de esmalte, pero mucho más cerca a nivel cromático y compositivo de la abstracción lírica de Kandinsky. Es un ejercicio constructivo, ya que el artista parte de una o dos formas iniciales y la obra crece armoniosamente en su dibujo y niveles.